Julio Eduardo Manzano Bizuet*
Finalizó la primera parte de las elecciones. La segunda parte fue posterior al 6 de junio; después del empacho electoral, vinieron las “victorias anticipadas”, el conteo, “reconteo” de votos; y seguramente, se promoverán impugnaciones ante el Tribunal Electoral y más polarización.
Es necesario reconocer la actitud de candidatas y candidatos que manifestaron su derrota, expresando que los números no les beneficiaban. Así funciona la democracia, no puede haber empates. Hay quienes lograron la anhelada reelección; otros por el contrario, ni siquiera fueron considerados como candidatos para continuar en un periodo adicional.
No es ocioso recordar que la Constitución Federal permite la reelección de diputados, hasta por cuatro periodos consecutivos, si cada diputado dura en su encargo tres años, puede estar hasta 12 años en la curul (arts. 58 y 59 de la CPEUM). En el caso de Oaxaca una o un diputado puede reelegirse por un periodo consecutivo adicional, es decir, hasta seis años (art. 32 de la Constitución Local de Oaxaca).
Por lo que respecta a las Presidencias Municipales, Regidurías y Sindicaturas pueden reelegirse para un trienio adicional, es decir, hasta seis años consecutivos (art. 115 CPEUM; arts. 29 y 113 de la Constitución Local de Oaxaca).
Se preguntará ¿Por qué existe esta posibilidad?, lo que se intenta es que el pueblo tenga la herramienta jurídica para “premiar” o “castigar” el desempeño de quienes son representantes populares; empero, aun cuando existe esta posibilidad no significa que logreen la reelección.
Es preciso recordar que hay dos características que identifican a la República como forma de gobierno: la participación de todas las personas en los asuntos del Estado y la renovación periódica de los cargos públicos.
Quienes se vieron beneficiados por la confianza manifestada en las urnas, deben tener presente que la llegada a su curul es temporal. De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, la palabra curul significa: “1. Escaño (asiento de parlamentarios)”. Por lo regular, se entiende como la silla que ocuparán las personas en el Congreso de la Unión o en los Congresos Locales; empero, también puede aplicar para cualquier cargo público de elección popular.
¿Qué características poseen las curules donde legislan o despachan quienes ganaron las elecciones? Por lo regular son sillas con respaldo, descansa brazos y asiento acojinado, es decir, muy cómodas.
Sin embargo, en la antigua Roma, la silla curul, se caracterizaba por ser un asiento cuadrado, acojinado, pero sin respaldo, lo que implicaba que fueran incomodas; esta calidad de elaboración fomentaba la diligencia del representante político; pero lo más importante, es que le dejaba claro que el cargo que ostenta es transitorio.
En diferente contexto, pero que sirva como analogía, en la antigua Roma, cuando el General ingresaba victorioso después de la guerra, era recibido con algarabía por el pueblo; pero a su lado le acompañaba una persona que durante su recorrido le susurraba al oído: “disfruta porque la gloria es pasajera”.
Más que felicitar a quienes son virtuales ganadores de la elección más compleja de la historia, deben estar conscientes, que la sociedad estará con lupa vigilando su actuación, propuestas y trabajo como representantes populares.
Al final, usted, tiene la mejor opinión…
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