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Por esta razón AMLO odia a la clase media

Son reiteradas las ocasiones en las que el presidente ha despotricado en contra de la clase alta (la de verdad, no los que ganan 25 mil pesos al mes y se sienten ricos). Los llama fifís o machuchones y no repara en adjetivos para ellos en las mañaneras, sin embargo, en días recientes la clase media ha sido objeto de desprecio por parte de López Obrador.

Hablar de clase baja, media y alta podría circunscribirse de manera exclusiva a un factor económico, sin embargo, para fines de esta columna hablaremos de clase media intelectual/cultural.


La clase media intelectual/cultural efectivamente es aspiracioncita como señala con desprecio el presidente, son personas que utilizan su dinero para formarse académicamente y en experiencias que amplíen su horizonte cultural; les preocupa más su desarrollo como individuos que el crecimiento de su patrimonio, por lo tanto, se puede ser clase media intelectual/cultural y al mismo tiempo ser clase baja económicamente.


Una cantidad importante de seguidores del presidente son clase media económica, pero pertenecen al mismo tiempo a la clase baja intelectual/cultural; muchos obradoristas gozan de un buen estatus socioeconómico, pero carecen de formación académica y de un acervo cultural amplio.


La clase media intelectual/cultural y la clase media económica comparten un atributo: ninguna de las dos se asume como clase media, ambas creen estar varios peldaños más arriba de su posición en la pirámide de la estratificación. Por ello cuando un individuo que se asume como clase media económica, pero es clase baja cultural jamás aceptará que sus conocimientos son limitados y que no cuenta con elementos para saber diferenciar entre información y opinión o entre periodismo y propaganda.


La clase media intelectual es despreciada por el presidente pues son ellos los más apáticos; aunque no lo reconoce abiertamente AMLO la culpa de su derrota en el 2006, pues las clases bajas se movilizaron en aquella elección para defender el voto, sin embargo, la clase media no movió un dedo pues tenía que cuidar su trabajo y su promedio en la escuela.

La clase media intelectual “no se pone la camiseta”, no se apasiona, no defiende al mesías tropical a capa y espada; posee un criterio propio y efectivamente se inclina por el individualismo y no por el comunitarismo.


El mayor problema de la clase media intelectual es su desorganización, el partido que más cerca ha estado de aglutinar a este sector fue acción nacional, quien gradualmente fue haciendo de su vida interna un espacio donde las clases altas mandaban y desde el 2006 se convirtió en un partido oligárquico y antidemocrático.


Hoy Movimiento Ciudadano es la oportunidad para que los ciudadanos con criterio, críticos y propositivos se organicen. La clase media intelectual ha demostrado afinidad por proyectos que ponen por delante las propuestas y los modelos bien fundamentados en lugar de las ocurrencias y los chistoretes. El triunfo de Luis Donaldo Colosio y Samuel García demostró que se le puede ganar a MORENA sin despensas ni demagogia, solo se necesita trabajo duro, disciplina y constancia. Porque tarde o temprano la gente buena se encuentra.

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